
Morelia, Michoacán, 20 de enero 2025.- Esta mañana, las largas filas de adultos mayores en las oficinas del ayuntamiento de Morelia para pagar el predial bajo el programa de descuentos son un recordatorio de la desconexión entre las buenas intenciones gubernamentales y su implementación real. Aunque la iniciativa de descuentos es loable y representa un alivio económico para muchas personas mayores, resulta preocupante que este beneficio conlleve un esfuerzo físico y logístico que podría evitarse con mejores mecanismos de atención.
Es inadmisible que adultos mayores, muchos de ellos en condiciones de movilidad reducida y con limitaciones físicas, tengan que someterse a este tipo de procesos presenciales. Ver a personas en andadores, bastones o sillas de ruedas esperando durante horas evidencia una falta de sensibilidad y de planeación por parte del municipio. ¿Por qué no implementar alternativas digitales más accesibles o sistemas de pago simplificados que realmente respeten su tiempo y dignidad?
Además, surge una pregunta más profunda: si la intención es verdaderamente apoyar a los adultos mayores, ¿por qué no considerar una exención total del predial para jubilados o pensionados con ingresos limitados? Después de haber dedicado décadas al trabajo y al desarrollo de la sociedad, es razonable pensar que merecen no solo descuentos, sino un reconocimiento tangible que alivie su carga económica en esta etapa de la vida.
El trato digno a los adultos mayores no debería ser solo un discurso, sino una acción concreta. El diseño de políticas públicas debe priorizar su bienestar integral, eliminando barreras y mostrando empatía hacia quienes han construido el presente de nuestra sociedad. ¿No es hora de que el ayuntamiento de Morelia garantice un verdadero apoyo en lugar de perpetuar este tipo de obstáculos?
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