En crisis interna y al borde de la desaparición, diputada Brissa Arroyo exige ética y diálogo al interior del PRD Michoacán
- Altorre
- hace 2 días
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Morelia, Michoacán, 17 de junio de 2025.- En un momento crítico para el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Michoacán, con una dirigencia cuestionada y una estructura debilitada por divisiones internas, la diputada local Brissa Arroyo Martínez reafirmó su permanencia en el partido del sol azteca, pero al mismo tiempo lanzó un mensaje claro: el autoritarismo no tiene cabida en la vida democrática del instituto político.
Desde una posición de firmeza, y tras haber renunciado a la Coordinación Parlamentaria del PRD en el Congreso del Estado como “acto de dignidad”, la legisladora michoacana emplazó al Comité Ejecutivo Estatal a conducirse con apego a los principios fundacionales del partido, denunciando prácticas de cooptación, imposiciones unilaterales y el uso de la violencia política como mecanismo de control.
En un mensaje dirigido al órgano estatal, Arroyo cuestionó la falta de autocrítica y la negativa a dialogar por parte de quienes hoy dirigen al PRD en Michoacán, acusándolos de actuar como si el partido tuviera dueños y no como representantes de una militancia que exige respeto, apertura y ética política.
“La alta distinción de dirigir nuestro partido no da derechos de caudillo a nadie”, advirtió, al recalcar que los actuales liderazgos deben sujetarse a los documentos básicos y convertirse en ejemplo de unidad, y no en factor de fractura.
La diputada hizo un llamado a recuperar la esencia democrática del PRD, apelando a la historia de lucha que dio origen al partido en 1989, en medio de una crisis electoral que impulsó la construcción de un nuevo proyecto de nación. “Fomentar la división resta, debilita y decepciona”, sentenció.
En un contexto de transformación política en el país y con el PRD enfrentando el riesgo real de perder su registro nacional tras una jornada electoral adversa, el posicionamiento de Brissa Arroyo también se enmarca en el avance del empoderamiento de las mujeres en la vida pública. Su discurso destaca no sólo por señalar abusos internos, sino por defender el papel de la palabra, la dignidad y la participación activa de las mujeres frente a estructuras partidistas aún dominadas por prácticas patriarcales y autoritarias.
Finalmente, la legisladora exhortó a la dirigencia estatal del PRD a entablar un diálogo verdadero y abierto con las bases, y a enviar a la sociedad un mensaje de unidad y reconstrucción interna. “El interés del partido está por encima de cualquier diferencia personal”, concluyó.
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