Entre porras y pastel, Alfonso Martínez celebra a madres trabajadoras mientras la inseguridad marca el pulso de Morelia

Morelia, Michoacán; 9 de mayo de 2025.– En un ambiente de festividad institucional, el presidente municipal Alfonso Martínez Alcázar encabezó dos actos conmemorativos por el Día de la Madre dirigidos a trabajadoras del Ayuntamiento, en los que evitó referirse a la creciente violencia que golpea a la capital michoacana. El evento se da en un contexto donde el alcalde ha comenzado a proyectarse como una de las figuras que buscarían la gubernatura de Michoacán en 2027.

En días recientes, Morelia ha registrado nuevos episodios de violencia, desde robos a mano armada hasta homicidios en zonas habitacionales y comerciales. Mientras tanto, el edil se mostró sonriente ante cientos de trabajadoras sindicalizadas del SEMACM y SIDEMM, a quienes calificó como “pilares de la sociedad” y “núcleo de la familia”, sin una sola mención a las condiciones adversas que muchas de ellas enfrentan cotidianamente al salir de sus casas o al esperar el transporte público.

Acompañado por funcionarios de su gabinete y por líderes sindicales, Martínez partió pastel, se tomó fotografías y recibió vítores de “¡Presidente, presidente!”, en un tono que no pasó desapercibido para analistas locales, que interpretan el acto más como un ensayo político que como un reconocimiento genuino.

En contraste, madres de familia en colonias como Villas del Pedregal, Eduardo Ruiz o Ciudad Jardín enfrentan otra realidad: robos a casa habitación, extorsiones y la falta de patrullajes son parte de la rutina, según han documentado medios y denuncias ciudadanas.

La omisión del tema de seguridad en el discurso oficial contrasta con la narrativa del gobierno municipal, que busca posicionar la imagen de Alfonso Martínez con miras a la sucesión estatal. A pesar del despliegue mediático, los cuestionamientos sobre su capacidad para enfrentar los retos reales de gobernabilidad en Morelia, persisten.

Con la gubernatura de Michoacán en juego en 2027, el edil parece apostar por consolidar una base política desde actos simbólicos como este. Sin embargo, su silencio ante los problemas de seguridad podría convertirse en uno de sus principales pasivos ante la opinión pública.