Fracasa Secretaría de Cultura de Michoacán en bajar recursos federales; municipios, los más afectados
- Altorre
- hace 2 días
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Morelia, Michoacán; 12 de mayo de 2025.– Michoacán se quedó fuera de los programas federales de apoyo cultural para este año. El motivo: la omisión, desinterés o incapacidad de la Secretaría de Cultura estatal, encabezada por la Mtra. Tamara Sosa Alanís, quien no logró gestionar ni ingresar proyectos a tiempo ante las instancias correspondientes del Gobierno de México.
La falta de acceso a estos fondos representa un golpe directo para los municipios michoacanos, en especial para aquellos que dependen de estos programas para sostener festivales, talleres, formación artística y preservación del patrimonio local. Trascendió que la titular de Cultura simplemente no presentó proyectos ante convocatorias clave de la Secretaría de Cultura federal, dejando a Michoacán sin representación y sin respaldo económico para el año en curso.
Este grave descuido confirma lo que desde hace tiempo denuncian diversos sectores culturales: la administración de Sosa Alanís está más interesada en sostener una figura institucional que en ejercer un trabajo real y eficaz. Su oficina, en vez de ser un motor de impulso cultural, se ha convertido en un espacio de simulación, donde la burocracia, el apellido y las fotos pesan más que los resultados.
El silencio oficial contrasta con el enojo de promotores culturales, artistas y autoridades municipales, que una vez más ven cómo sus iniciativas quedan sin respaldo, mientras otras entidades sí logran bajar recursos y fortalecer su infraestructura cultural. En Michoacán, en cambio, ni siquiera hay explicaciones públicas.
Esta omisión no es menor. Implica la pérdida de oportunidades para cientos de iniciativas locales que dependen del financiamiento externo para sobrevivir. Y más grave aún: revela que en la actual administración estatal la cultura no es prioridad, ni siquiera un tema de atención mínima.
La esperanza, aunque frágil, es que esta información sea errónea. Pero si se confirma, no se tratará de un error administrativo, sino de una falla política de fondo: haber entregado la política cultural del estado a personas que ostentan títulos académicos y cargos, pero no compromiso, ni capacidad para cumplir con lo mínimo indispensable.
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