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Mensaje del Gobernador de Michoacán Silvano Aureoles Conejo

Tema: Defender su legado, el mejor homenaje al General Cárdenas 

Morelia, Michoacán, a 19 de octubre de 2020.

Pensar al General Lázaro Cárdenas del Río, nos remite a un michoacano ejemplar, a un mexicano indispensable, a un verdadero revolucionario. Cárdenas fue un Presidente en tiempos difíciles, un hombre que entendió las verdaderas transformaciones que necesitaba México, y que tuvo el valor, el arrojo, y la audacia para llevarlas a cabo. Su dimensión histórica trasciende épocas, por eso hoy recordamos su legado. A 50 años de su partida física, su vocación social, sigue siendo fuente de inspiración que nos anima a seguir desafiando los retos presentes, en búsqueda de la igualdad y la justicia, a la que todos aspiramos. El General, hombre que se ganó el respeto y el cariño de todo México. Asumió la enorme responsabilidad de ser presidente para todas y todos los mexicanos, pero además logró ser un buen presidente. Supo cumplir, entregar resultados que eran necesarios que reclamaba la época, en circunstancias muy adversas.  Supo sortear las dificultades de un México en transición, que no había concluido su etapa revolucionaria, y pasar a un nuevo México, que estaba en proceso de construcción, que no terminaba de nacer. Llegó a la presidencia siendo muy joven, pero con la experiencia de haber sido un hombre de la Revolución. Fue un hombre muy determinado, valiente y nacionalista, y al mismo tiempo, con una amplia visión y respeto internacional. Cuando se trataba de vivir cerca de la gente: recorrió, comió y durmió a ras del suelo, como la mayoría de los mexicanos. Escuchar fue su estilo personal de gobernar, y su estrategia para que la gente participara en las decisiones públicas. Escuchó y dialogó con todos los que había que hacerlo, incluyendo a sus adversarios, siempre buscando la unidad de los mexicanos.  Como pocos, supo entender la condición de injusticia y de rezagos que vivía México. Por eso, dedicó la mayor parte del tiempo de su gobierno, a transformar, a hacerle frente y a cambiar esas circunstancias. Sin excusarse en el pasado, sin repartir culpas, sin mirar atrás, encabezó una verdadera transformación nacional, a tal grado que la historia del México moderno no puede entenderse sin la obra de este gran michoacano. A décadas de su vida actuante, y a cincuenta años de su partida, sigue presente en el recuerdo y reconocimiento de las mexicanas y los mexicanos, se le siguen haciendo homenajes, y se siguen erigiendo monumentos en su honor. Visualizó la necesidad de organizar al país, conformando  asociaciones de diverso tipo, lo mismo con los productores agrícolas y campesinos, que con maestros, obreros, profesionistas, y le dio un fuerte reconocimiento a las etnias del país. Cárdenas creía que la única forma de que la sociedad saliera adelante, era que tuvieran las herramientas al alcance para ser productivos, principalmente pensando en los campesinos de México. Su gran compromiso con México y su querido Michoacán, estuvo siempre presente en él; hasta sus últimos años de vida pública, por eso hay que destacar que su obra de gran visión, fue el puerto de Lázaro Cárdenas. Sin duda, lo que todo México recuerda de su administración, entre otras cosas, es la nacionalización de la industria petrolera. A partir de ello, PEMEX se convirtió en una institución emblemática, sólida y poderosa, que por muchos años, fue el soporte del desarrollo de nuestro país. La nacionalización no fue un capricho demagógico, no fue una ocurrencia, sino el resultado de una visión estratégica del desarrollo del país, cuidando la soberanía nacional, y anclada en la aspiración de justicia social. Nada que ver, que PEMEX y CFE después de que por muchas décadas fueron la columna vertebral de la transformación industrial, y del desarrollo económico del país, hoy sean un lastre para las finanzas nacionales. Qué deshonra para la visión y obra de largo alcance del legado Cardenista, el desastre, el pésimo manejo y operación que se ha hecho de la industria eléctrica y petrólera, en los tiempos de la autodenominada “cuarta transformación”. Lo que un día fueron instituciones de vanguardia para el futuro de México, y cimentar el desarrollo nacional, hoy son una pesadilla para el pueblo de México, no porque no sean estratégicos, sino por la forma en la que se administran. No es difícil pensar qué habría hecho el General Cárdenas si hoy fuera él, el presidente. Me atrevo a afirmar que no viviría de glorias pasadas, o de nostalgia, o de rencores, o de reproches, o de reclamos, o de comedias, ni perdiendo el tiempo en fabricar distractores. El General estaría enfrentando los desafíos, unificando a los mexicanos, modernizando el desarrollo, como lo hizo en su momento. El General Cárdenas, también fue el presidente que sentó las bases para democratizar la vida nacional, siempre poniendo por delante la unidad de los mexicanos. Dirigió un Estado respetuoso de los derechos de campesinos y obreros, fue agrarista y ampliamente impulsor de la educación pública y universal, principal defensor del estado laico, y gran constructor de instituciones. Tuvo muy claro que no puede hablarse de justicia social, sin dar oportunidades productivas y de desarrollo para todas y todos. Desde su gestión como gobernador de Michoacán, y luego como Presidente de México, hizo realidad el reparto agrario, la propiedad social de la tierra, y la restitución de los bienes comunales. El General Cárdenas promovió el reparto de tierras, la organización campesina, con el acompañamiento técnico, con créditos y los mecanismos para la comercialización, entre otras instituciones, con la creación del Banco Nacional de Crédito Ejidal. Hoy vemos con preocupación, que hay un continuo desprecio y menosprecio al campo, el desconocimiento, la estigmatización y satanización de las organizaciones campesinas, y la organización social, la falta de apoyos y hasta reformas que atentan contra la estabilidad del campo, como la propuesta de desaparecer el fideicomiso de la Financiera Rural. Un gobierno no puede decirse transformador, si no modifica para bien, la realidad de las mayorías, principalmente de los más vulnerables, como son los campesinos, obreros, mujeres, jóvenes, o nuestros queridos paisanos migrantes. Tampoco debemos olvidar que Lázaro Cárdenas terminó con el caudillismo, con la perpetuación de un hombre en el poder. Combatió siempre la visión unipersonal, porque Cárdenas era un auténtico demócrata. Entendió que su mandato era uno, y nada más. Recordar al General Cárdenas y su legado, es recordar que la historia es enseñanza e inspiración: un presidente que promete un país y construye las instituciones para hacerlo realidad, es un presidente que será recordado para siempre. Nunca, ningún presidente, que destruye, que no respeta, que menosprecia, que ignora, que subestima, que ofende, que divide, que polariza, que estigmatiza, jamás podrá alcanzar la estatura histórica de Lázaro Cárdenas del Río. Por eso, es importante no olvidar a figuras del tamaño del General Cárdenas, un líder que buscó y trabajó para alcanzar la unidad nacional. Incluso con convicciones muy firmes, que siempre evitó ser factor de división. La claridad de jefe de Estado, la responsabilidad democrática, la sostuvo hasta los últimos días de su vida, en los que siempre se mantuvo crítico a los gobiernos que intentaron hacer de México una nación de pensamiento único. Cárdenas jamás hubiera dicho: o estás conmigo, o estás contra mí. En algún momento se hizo público el diario personal del General Cárdenas; en una parte de él, se lee: “Para aspirar a la dirección de una nación, es necesario eliminar los defectos propios, superando pasiones y toda inclinación autoritaria, evitando así las posibilidades de hacer caer al país en una dictadura”. Esta claridad sobre la perniciosa tentación del poder, y su fortaleza para resistirla, es la que convirtió a Cárdenas en la figura histórica, a quien hoy rendimos homenaje. La esencia de su ideario, sigue vigente medio siglo después. Por eso, debemos traerla a nuestro tiempo y actuar en consecuencia. Debemos insistir en la visión que reconozca la pluralidad política e ideológica de México y luchar por la verdadera justicia social. Para lograrlo, Cárdenas sabía que necesitaba un entramado institucional que diera fortaleza al Estado mexicano. Fue, de hecho, el arquitecto de las grandes instituciones de México, que hoy, todavía siguen vigentes. Nuestra nación, es una nación de instituciones federalistas, de equilibrios entre Poderes y órdenes de Gobierno; una nación que no se puede entender sin cada una de sus partes. Desde esa visión, cualquier retroceso, cualquier ataque a estas instituciones, no puede entenderse como una transformación positiva, sino como un ataque directo a las mexicanas y los mexicanos. Pero afortunadamente somos muchos y muchas que estamos decididos y decididas a no permitir que ese retroceso. Sin duda, nuestra nación atraviesa por momentos difíciles y la dirección del país traiciona los principios del cardenismo. Debemos advertirlo claramente: hoy, el legado del general Cárdenas está amenazado. Los mexicanos perderíamos mucho si lo permitimos. El mejor homenaje a Cárdenas es defender su legado y ser congruente con sus principios. Por ello, no bajemos la guardia, no claudiquemos, defendamos el verdadero movimiento que dio vida a las instituciones de la República, es urgente defender la división de poderes, el estado de derecho, la distribución equilibrada de la riqueza nacional, las libertades, y la justicia. Los Entidades Federativas, los estados que conformamos esta gran Nación somos los garantes de la unidad nacional, somos los garantes de la estabilidad y la gobernabilidad, somos los que sostenemos el pacto federal, y no permitiremos ni maltratos, ni desconocimiento, ni invasión de facultades; mucho menos, que se nos regatee lo que nos corresponde. Desde Michoacán, desde la tierra que lo vio nacer, vamos a defender la visión de país que Cárdenas nos legó. Seamos visionarios, como Cárdenas, seamos inconformes como Cárdenas, pero siempre, demos un propósito noble a nuestra inconformidad, que no es otra, más que la defensa de México.  Que Viva el General Lázaro Cárdenas del Río Que Vivan nuestras instituciones Que Viva el Federalismo Que Viva Michoacán Que Viva México

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