
CDMX, 18 de febrero 2025.- Michoacán ha enfrentado una persistente crisis de seguridad debido a la actividad de diversos grupos delictivos que operan en la región. La violencia y la extorsión han afectado gravemente a sectores clave de la economía local, como la producción agrícola, particularmente el limón y el aguacate, sin descuidar otras frutas como la guayaba, las berries y, en menor escala, las hortalizas. Estas presiones han generado un clima de inseguridad entre la población.
Tras la reciente visita de la doctora Claudia Sheinbaum, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla sostuvo este día una reunión de trabajo con el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de México, Omar García Harfuch. El objetivo principal del encuentro fue dar seguimiento a las acciones en materia de seguridad e implementar estrategias federales en el estado.
Durante la reunión, se compartieron avances en la disminución de homicidios dolosos, feminicidios, robos y en el combate a la extorsión, destacando la indispensable participación y colaboración de la Guardia Nacional, las Secretarías de la Defensa Nacional y de Marina, la Guardia Civil, la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General del Estado, así como la participación del titular del Centro Nacional de Inteligencia, Francisco Almazán.
A pesar de los esfuerzos gubernamentales, Michoacán continúa enfrentando desafíos significativos en materia de inseguridad. La percepción de riesgo entre la población es elevada; estudios recientes indican que Uruapan es considerada una de las ciudades más inseguras del estado, debido a altos índices de homicidios y delitos violentos.
Además, la violencia ha impactado directamente en sectores económicos vitales. Productores de limón y aguacate continúan siendo víctimas de extorsiones por parte de grupos criminales, quienes imponen cobros ilegales que afectan la producción y distribución de estos productos. El asesinato de líderes empresariales, como el caso de José Luis Aguiñaga en septiembre de 2024, ha generado temor entre los agricultores y ha paralizado temporalmente actividades económicas en la región.
La reunión entre Ramírez Bedolla y García Harfuch subraya la importancia de la coordinación entre los distintos niveles de gobierno para abordar la problemática de seguridad en Michoacán. La implementación de estrategias conjuntas busca no solo reducir los índices delictivos, sino también fortalecer la confianza de la ciudadanía en las instituciones encargadas de garantizar la seguridad pública.
Es fundamental que estas acciones se traduzcan en resultados tangibles que mejoren la calidad de vida de los habitantes de Michoacán y promuevan un entorno seguro para el desarrollo económico y social del estado.
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