Morelia, Mich., 11 de diciembre 2024.- La seguridad en Michoacán sigue siendo un tema de profundo análisis y preocupación. Una vez más, la capital michoacana, Morelia, enfrenta los efectos de políticas públicas que, lejos de resolver la crisis de inseguridad, parecen profundizarla. La reciente noticia de que Morelia quedará fuera del programa FORTAPAZ 2024 agrava el panorama, dejando a la ciudad sin acceso a recursos millonarios destinados al fortalecimiento de la seguridad pública.
La exclusión de Morelia y su impacto
En una conferencia encabezada por Adrián López Solís, fiscal general del estado; Carlos Torres Piña, secretario de Gobierno; y Juan Carlos Oseguera, titular de Seguridad Pública, se confirmó que Morelia no será beneficiaria del programa. Si bien las autoridades no detallaron las razones específicas de esta decisión, su impacto es claro: un debilitamiento de las capacidades locales para enfrentar la violencia y el crimen, en un contexto donde los ciudadanos ya se sienten desprotegidos.
La exclusión de Morelia no solo genera incertidumbre, sino que plantea serias dudas sobre los criterios y decisiones detrás del manejo de recursos públicos. En una ciudad que enfrenta homicidios, extorsiones y el avance de grupos delictivos, privarla de un programa tan importante como el FORTAPAZ equivale a condenarla a una lucha desigual.
¿Soluciones desde la ciudadanía?
Más allá de las decisiones gubernamentales, es urgente replantear la manera en que se eligen las autoridades responsables de la seguridad. Una propuesta sería que el jefe de la policía sea seleccionado por la ciudadanía, a través de un proceso que garantice su aprobación de estrictos exámenes de control, honestidad y confianza. Esto permitiría dejar de lado intereses políticos y asegurar que quien dirija la seguridad pública sea una persona verdaderamente capacitada y comprometida.
De igual forma, la posibilidad de que los fiscales generales también sean electos por la ciudadanía bajo normas de transparencia y anticorrupción podría fortalecer la confianza en las instituciones. Esto ayudaría a reducir la corrupción, el chantaje y las amenazas que actualmente parecen marcar el ejercicio de la ley en Michoacán.
¿Un gobierno populista y analfabeto?
El actual estado de la seguridad en Michoacán también pone en evidencia las limitaciones de los gobiernos populistas, muchas veces más interesados en mantener su imagen que en resolver problemas de fondo. Mientras los ciudadanos enfrentan la inseguridad diariamente, las decisiones gubernamentales parecen desconectadas de la realidad y enfocadas en criterios políticos en lugar de técnicos.
Conclusión: La seguridad como prioridad urgente
La exclusión de Morelia del FORTAPAZ 2024 es solo un síntoma más de un problema estructural que afecta no solo a la capital, sino a todo Michoacán. Es momento de que las autoridades abandonen los intereses políticos y coloquen las necesidades de los ciudadanos en el centro de sus decisiones. La seguridad no puede seguir siendo un botín político; es una responsabilidad compartida que debe ser atendida con seriedad, compromiso y transparencia.
Los ciudadanos, mientras tanto, deben exigir mayor rendición de cuentas y participar activamente en los procesos que definan el rumbo de la seguridad en sus comunidades. Michoacán necesita cambios profundos, y estos solo serán posibles si se priorizan la justicia y la honestidad por encima de la corrupción y el oportunismo político.
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