top of page

Tras el fracaso en la reforestación 2024, gobierno apuesta por la reforestación desde el aire

  • Foto del escritor: Altorre
    Altorre
  • 13 jun
  • 2 Min. de lectura

Morelia, Michoacán, 13 de junio de 2025. Tras el fracaso de la campaña de reforestación 2024, marcada por una baja tasa de supervivencia de los árboles plantados, el gobierno de Michoacán anunció una nueva estrategia: lanzar millones de semillas desde el aire para reforestar 50 mil hectáreas en zonas de difícil acceso.

Durante el arranque de la campaña de reforestación 2025, en Uruapan, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla informó que se utilizarán drones y aeronaves para dispersar semillas en la Meseta Purépecha, la Sierra Costa y la región Oriente. Esta medida forma parte de la meta oficial de sembrar 10 millones de árboles a lo largo del año.

No obstante, la iniciativa surge en un contexto de escepticismo. Aunque el año pasado el gobierno reportó la plantación de 16.5 millones de árboles en 28 mil hectáreas, no se han dado a conocer cifras claras sobre su supervivencia, ni detalles sobre el seguimiento técnico realizado.

Expertos en ecología han advertido que la dispersión aérea de semillas, si no se acompaña de estudios técnicos, selección adecuada de especies, restauración del suelo y monitoreo constante, suele tener una efectividad muy limitada. Muchas semillas no germinan o son arrastradas por la lluvia, consumidas por fauna silvestre o mueren por falta de condiciones adecuadas.

A pesar de ello, el gobierno apuesta por esta técnica como una solución práctica para zonas de difícil acceso. Sin embargo, no ha detallado cómo se evaluará el impacto real de esta estrategia ni qué acciones se implementarán para asegurar su éxito.

Además, el mandatario anunció la plantación de dos millones de árboles en la cuenca del lago de Pátzcuaro, así como 70 mil en zonas urbanas de Uruapan, como parte de las acciones compensatorias por la construcción del teleférico en esa ciudad, una obra en la que se invierten 3 mil millones de pesos.

Mientras el discurso oficial insiste en alcanzar metas “históricas” de reforestación, los bosques michoacanos siguen amenazados por el cambio de uso de suelo, la expansión aguacatera, los incendios y la tala clandestina. Sembrar desde el aire puede parecer una medida innovadora, pero sin una política integral de restauración y protección ambiental, el riesgo de que las semillas caigan en terreno infértil —literal y simbólicamente— sigue siendo alto.

Comentarios


bottom of page