¿Y dónde está el Presidente?

Así se ve lo que se dice...

26 junio 2020/ Por: Alberto Torres

No es con solidaridad como se defiende la vida de los gobernados, o reconocer  cifras y otros datos, como se puede aminorar el dolor de las personas, o peor aún,  justificar con un discurso barato las acciones de inoperancia del gobierno de México que a todas luces ha demostrado su falta de experiencia. 

En definitiva es la implementación de estrategias tangibles, que le den seguridad a los ciudadanos en sus bienes y su persona, es con políticas públicas estratégicas como se combate el avance de la cadena de contagios del coronavirus, es definitivamente respaldando la inversión y cuidando el capital nacional como se alienta la construcción de un México fuerte y productivo, y mejor aún es manteniendo y generando nuevas formas de empleo, como se combate la pobreza y la marginación de los pueblos. 

Es utilizando las herramientas tecnológicas, de infraestructura y equipamiento como se combate la delincuencia, la pandemia, las desgracias naturales y no justificando utilizando como escudo protector el respaldo popular para mantener una insufrible permanencia en el poder. 

Es necesario que esa “hoja seca” se ponga a trabajar para lo que fue electo, y así responda a las expectativas de los más de 30 millones de mexicanos que confiaron en su postulación y le entregaron su credibilidad. 

Es verdad que millones de mexicanos apoyaron al presidente Andrés Manuel, pero la expectativa era simplemente de resultados, una mejor forma de vida, mayor seguridad en el patrimonio certeza en la inversión, evitar la fuga de capitales y de mentes prodigiosas, la generación de empleos, una vida digna y feliz, esa era la expectativa el reciente  primero de julio de 2018. 

Apenas a dos años las ilusiones de los mexicanos por una vida feliz, se van derrumbando en cascada, la lucha contra la corrupción, es una falacia, y como muestra ahí está la CFE que no se raja y  saca raja a la ventajosa amistad que le liga con ejecutivo.

Las descaradas manifestaciones de despilfarro de los vástagos del presidente, que un día y otro también, se exhiben en redes sociales haciendo lujo de su desenfreno monetario, o el de “la señora presidenta” que en el momento más difícil de una múltiple crisis financiera, de salud y de seguridad se da el lujo de viajar a las paradisíacas playas de Cancún Quintana Roo, olvidando su papel en la mal llamada cuarta transformación. 

Esos son apenas un ‘botón’ de los múltiples desacatos que el gobierno en turno muestra a su pueblo. 

Hoy los mexicanos no podemos aceptar que se justifique el derrumbe de las instituciones con un “trabajo” en el que por levantarse a las 5 o 6 de la madrugada se dé por hecho que un trabajo eficiente. 

Me viene a la memoria aquel conocido refrán popular “no por mucho madrugar amanece más temprano”.   

El hecho de que en México la violencia se incremente de manera exponencial, como sucedió esta misma mañana mientras se preparaba la mañanera con el Consejo de Seguridad Nacional en la capital Purépecha; el secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Omar García Harfuch sufrió un atentado en Paseo de la Reforma, a la altura de Prado Norte, alcaldía Miguel Hidalgo en la Capital de la República, el corazón de la ciudad de México, sede de los poderes del Estado y solo un lamentable tweet fue la respuesta, Lamentable en verdad. 

Por otra parte hallan vehículo con explosivos en Salamanca Guanajuato, en donde por desgracia para los que ahí viven, no para la violencia desde hace ya varias semanas, y el presidente de México sonriente y diciéndole a todos el mundo a través de su plataforma personal mañanera “Gracias a la vida que me ha dado tanto”. 

Está bien presidente que la vida le esté dando tanto, pero ¿y las promesas de campaña?, ¿dónde quedó el México de paz y tranquilidad que prometió a los ciudadanos? ¡Donde! 

Es inaceptable que la pandemia cobre un día y otro también, cientos y miles de vidas a lo largo y ancho de México. 

Hoy 203 mil infectados confirmados de Covid-19, más de 25 mil defunciones, y el presidente dice “Gracias a la vida que me ha dado tanto”. No es una burla la pueblo de México, a los más de 30 millones que lo llevaron al poder, perdonando las expresiones ¿el presidente está bien de la cabeza?. ¿Y dónde está el Presidente?.